La campaña de está niña muestra la importancia de la identificación con los modelos en la infancia y nos lleva a repensar cuáles son.
Soy, jugando a ser, visibiliza que otras formas de ser existen, para que los niños y niñas puedan ser los y las protagonistas de sus propias historias.
Haces unos meses, una noche, mientras estaban cenando, una niña de apenas once años llamada Marley Dias le dijo a su madre que estaba “harta de leer sobre chicos blancos y sus perros” debido a las lecturas obligatorias que mandaban en su colegio situado en un barrio de Filadelfia.
Ante esto, su madre le preguntó qué pensaba hacer al respecto, a lo que ella respondió
“Lanzar una campaña de recogida de libros en los que las chicas negras sean las protagonistas y no personajes secundarios”
Con una clara decisión, estas palabras no se quedaron en el olvido y la propia Marley Dias puso en marcha la campaña #1000BlackGirlBooks con el objetivo de encontrar mil libros en los que las chicas negras sean las protagonistas de las historias para después donar dichos libros a una biblioteca de bajos recursos situada en Jamaica, lugar donde creció la madre de Marley, Janice. Para su madre, esta iniciativa que lleva a cabo con su hija, es muy importante por lo que significa para las chicas negras que viven en una sociedad rodeada de gente blanca.
“Yo no necesité un referente porque crecí en un país donde la mayoría de la gente era negra pero ella vive en un barrio de blancos y poder identificarse con un referente es muy importante para ella y para las chicas negras jóvenes de EEUU. El contexto es muy importante para ellas: poder leer historias que reflejen experiencias cercanas a las que viven”.
La campaña se inició en noviembre de 2015 y su fecha de cierre fue el 1 de febrero de manera que Marley tuvo 4 meses para conseguir encontrar 1000 libros protagonizados por chicas negras. En el primer mes consiguió juntar 100 libros, llegando a principios de enero con poco más de la mitad. Sin embargo, debido a la importancia que obtuvo esta campaña, Marley pudo conseguir llegar a la cifra de 1000 libros al finalizar el plazo de la campaña.
Esta campaña iniciada y conseguida por una niña de once años es muy importante debido a todo lo que significa pues muchos colegios caen dentro de los mismos patrones y sus lecturas obligatorias son muy similares entre sí, no dando la oportunidad de tener distintos puntos de vista para que todos los jóvenes puedan ponerse en el papel de las diferentes personas que existen en el mundo. Además del valor que muestra la pequeña y la demostración de que, si uno quiere algo, con esfuerzo podrá conseguirlo.